Aportes de las nuevas tecnologías a la enseñanza de lenguas extranjeras.

 *Imagen elaboración propia 

Las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TICs) en educación llegaron para quedarse, así como lo estáis leyendo, llegaron para "fusionarse con los métodos tradicionales para la enseñanza de las lenguas extranjeras" y no solo.  

Este dúo representa un tándem rentable para mejorar el nivel educativo de los estudiantes y aumentar su motivación en el estudio de los idiomas que es el tema que os planteo en este post, y aunque esta afirmación es muy personal, considero que no está muy alejada de la realidad, porque lo que estamos viviendo luego de la pandemia, es un mundo digital automatizado, regulado por servicios de mensajerías instantáneas, servicios de uso cotidiano gestionados a través de apps y un sinfín de modernidad tecnológica que todos estamos llamados a conocer y a utilizar.

Pero vamos a pensar sobre los aportes y ventajas del uso de las TICs en la enseñanza: para empezar nos permiten diseñar y elaborar materiales pedagógicos complementarios a los ya existentes, podemos apoyarnos a la tecnología para presentar estos materiales en modo digital, dinámico, llamativo, interactivo con la posibilidad de adaptarlos a diferentes niveles, grupos y necesidades, incluyendo la evaluación/autoevaluación individualizada y sistemática, lo que puede resultar muy interesante para el estudiante porque damos peso al proceso de aprendizaje más que al producto mismo, además pueden recibir una retroalimentación individualizada para trabajar y aprender de cada error- acierto, lo que nos llevaría a una personalización de la enseñanza y a dar mayor atención a cada estudiante que muchas veces en el aula no es posible.

Llevar la tecnología al aula de idiomas nos permite poner a disposición del estudiante, un amplio abanico de herramientas que podrían resultar muy útiles en el aprendizaje de lenguas extranjeras, aumentando el nivel de motivación de nuestros alumnos y logrando un aprendizaje significativo, ya que el alumno pasa a ser un aprendiz activo, un  protagonista de su proceso de aprendizaje lingüístico, donde es capaz de mejorar sus estrategia de aprendizaje a través del uso de la tecnología.

Otro aspecto interesante es que las nuevas tecnologías en la enseñanza de idiomas facilitan la intimidad, individualidad e interactividad sobre el trabajo realizado por nuestros estudiantes, ya que no todos se sienten cómodos participando en clase, no todos los alumnos avanzan siguiendo los mismos ritmos de aprendizaje y no todos se exponen demostrando sus competencias en público además de  beneficiar la organización personal del estudiante, competencia indispensable en cualquier ámbito de la vida.

Por experiencia propia, considero que el uso de las TIC en el aula posibilita una enseñanza heterogénea, ya que podemos echar mano de recursos, herramientas, equipos, programas informáticos, aplicaciones, redes y medios que se adecuan a las competencias lingüísticas que queremos trabajar en el aula: sea la comprensión auditiva, la producción oral, escrita o la habilidad lectora, además muchas veces el uso de estos programas potencia más de una habilidad a la vez de forma inmediata y en contextos lingüísticos y culturales donde hay una interacción significativa con la lengua meta.

La capacidad de las TICS para superar o, en todo caso, reducir muchas dificultades, principalmente cuando hablamos de tiempo, espacio y velocidad es grandiosa, ya que teniendo acceso al internet, podemos usar las nuevas tecnologías en cualquier lugar del mundo desde donde tengamos acceso, millones de personas al mismo tiempo, con un beneficio colectivo y propio, por lo que la idea de impartir nuestras clases sin estar anclados a un aula física, particularmente me resulta fascinante.

En conclusión, considero que este cambio metodológico mediado por las nuevas tecnologías nos ha aportado mucho para mejorar la enseñanza de las lenguas extranjeras, pero este cambio debe ir acompañado también de una transformación del rol del profesor y del alumno. 

Es menester educar a los estudiantes y enseñarles a utilizar estas nuevas tecnologías, explicando el buen uso de estas como herramientas de ayuda en su propio aprendizaje, pero no como un fin en sí mismo. 

Por otro lado, tendríamos que contar con gobiernos que legislen adecuadamente creando políticas educativas incluyentes, que provean apoyo y recursos necesarios para que todos tengamos acceso al uso de la tecnología, pero también necesitamos docentes bien remunerados,  motivados, disponibles y capacitados para el cambio, con mentalidad abierta para trabajar de otra manera, incorporando nuevos recursos que puedan ofrecer formas alternativas de enseñar y aprender,  desarrollando pensamientos y actitudes acordes con los tiempos que vivimos para poder ofrecer clases dinámicas, interesantes y significativas haciendo uso de las TIC, ya que, aunque las computadoras y el internet son el presente y estarán siempre más vigentes en el futuro, jamás podrán suplantar el ingenio, la motivación y la pasión de un buen profesor.

Profesora Lis G.